Previo a anécdotas, él se estremeció por sobre todo el sol. Chisguetes blancos inhalando psiques rápidas. (Ellos no te controlan). Hay que recordar que Chiara canta gratis.
Luego de esa noche, me dejé llevar. Tanto para una fiesta en pijamas.
Ellos seguían contándote historias de plagios exitosos y el auge de China. Prefiero la Coca-Cola. Suscrito hasta los dientes, supongo. Y Chiara canta gratis. Siempre lo hace.
El único duo sobrio, tan impetuoso yo y Coke.
Un bus de dos compartimientos vuela desde las rieles hacia lo desconocido (debe de ser, porque no hay nada que ver). El conductor abre la puerta, en medio del aire, en total franqueza. Saluda (a lo desconocido). Le saludo de vuelta.
Su nombre es Kiara (no Chiara, ella es mi cereza en el pastel). Entrelazada con la inocencia, pero no completamente, siente pena por mí. Yo tormento y ella lamenta. Es lo que somos. Bonnie & Clyde 2045. Jamás en mil dólares me había sentido más Americano.
Escupo sueños con una mística arabica. Me despierto en la nada de Texas Negro. Kiara me hace entender cuan negro es Texas Negro. Le digo, ayúdame a escribir el vigor de mi lengua. Ella dice cosas. Le doy la contra. Ella repite cosas. Porque la cumbre que busco me encuentra cuando estoy bien prendido.
E intentaron hacerme leer (tantas palabras). Kiara corta la cuerda. Y ellos retienen mi cuaje (tantas palabras). Su cara brilla y mis intentos malévolos se van a la mierda, pues hay amor por todas partes. Qué cosa mas tonta y estúpida comerse un explosivo.